Por décadas, la industria de los alimentos procesados ha usado campañas publicitarias para mentir sobre la urgente y probada necesidad de remplazar la mantequilla “no saludable” por la margarina “saludable”. Pero ahora sabemos que esta mercadotecnia no fue más que una mentira creada para confundirnos.
Haya por los años 60 y 70 había suficiente evidencia científica que indicaba como la mantequilla era mucho mejor que la margarina para tener una buena salud. Sin embargo la industria de los alimentos procesados convenció a millones de personas para comer margarina por ser más saludable. La campaña publicitaria detrás de esto, unido con Madison Avenue, la Asociación Médica Estadounidense (AMA por sus siglas en inglés) y los medios de comunicación, ha logrado convencer a millones de que la margarina es la mejor opción para nosotros. Ellos argumentan que las grasas saturadas nos hacen engordar y pueden provocar enfermedades cardiovasculares.
Grasas Falsas que reemplazan las Grasas Favorables
Ácidos grasos parcialmente hidrogenados encontrados en la margarina daña las arterias y los vasos sanguíneos. Reducen el colesterol bueno e incrementan los niveles de sangre de triglicéridos y lipoproteínas, lo cual lleva a daños cardiovasculares. También incrementan la proteína C-reactiva; una disfunción inflamatoria y celular. Aún peor, inhiben la utilización esencial de ácidos grasos de Omega3 así como prostaglandinas; las cuales eliminan coágulos de sangre. Además, una dieta alta en ácidos grasos parcialmente hidrogenados ha sido vinculada a la resistencia de insulina y diabetes tipo 2.
Para tener un funcionamiento óptimo, nuestros pulmones, corazón, sistema inmunológico, hígado, huesos, hormonas y membranas celulares, todos requieren de grasas saturadas de alta calidad; moderadamente claro. Ácidos grasos y colesterol son necesarios para tener membranas celulares saludables, una buena producción de hormonas y vitamina D, y ayuda en el transporte y utilización de vitaminas y minerales importantes.
La Jerarquía de la Mantequilla: La Buena, La Mala y la Fea
- Hasta arriba se encuentra la mantequilla orgánica hecha con leche curda proveniente de las vacas alimentadas de pasto natural.
- En medio esta la mantequilla orgánica hecha con leche pasteurizada de vacas alimentadas de pasto natural y que no contiene rBGH, rBST o antibióticos.
- Hasta abajo se encuentra la mantequilla hecha con leche pasteurizada de vacas encerradas alimentadas con granos e inyectadas con antibióticos, rBGH y rBST.
5 razones para comer Mantequilla
- Ácido Linoleico Conjugado (ALC): la mantequilla orgánica contiene mucho ALC los cuales son buenos para prevenir tumores. Impide el crecimiento de células cancerígenas en la piel, colon y pulmones. Previene contra los hongos y estimula el crecimiento muscular mientras previene el incremento de peso.
- Ácido Butírico: la mantequilla contiene 4% de ácido butírico el cuál se ha encontrado que previene el crecimiento de tumores. También ayuda al sistema inmunológico a estar preparado cuando una infección empieza a crecer.
- Vitamina K2: la mantequilla orgánica contiene vitamina K2 el cual ayuda a que el calcio salga de nuestro sistema sanguíneo y vaya a las células de los huesos, incrementando la densidad de los huesos en vez de calcificar los tejidos arteriales y del corazón.
- Vitaminas Liposolubles: la mantequilla es una buena fuente de vitaminas liposolubles A, D y E.
- El Factor de Wulzen: la mantequilla, la crema y la leche contienen el factor de Wulzen o el agente anti-rigidez (Stigmasterol). Protege al cuerpo contra la calcificación de las articulaciones (osteoartritis) así como las cataratas, y la calcificación de la glándula pineal. Pasterización destruye el factor de Wulzen.
Fuentes: Mercola
