Errores en la Alimentación Infantil

¿Sabes lo necesario que es proporcionarles a los niños unas costumbres y hábitos saludables que colaboren en su desarrollo?


Muchos padres se dan por vencidos ante la determinación del niño, que se resiste a comer otros alimentos además de los ya conocidos.

Generalmente los padres sienten que su trabajo es hacer que los niños coman algo, pero en realidad su obligación es proporcionarles una variedad de alimentos nutritivos y hacer que los niños tengan contacto con ellos. 
Por algo sigue siendo noticia el aumento del sobrepeso en la población infantil y las enfermedades de los adultos son cada vez más sufridas por los niños.

La comida no es un premio, no es un castigo, y tampoco debe ser un desahogo a las tensiones de una persona. La comida debe tener su lugar, su hora, y su control. Los grandes responsables por el sobrepeso de un niño son sus padres, aquellos que determinan lo que se consume en la casa.

Si te interesa saber más sobre este tema, no dejes de leer esta nota que comparto nuevamente a petición de una de mis seguidoras, sobre los ERRORES EN LA ALIMENTACIÓN INFANTIL.

Espero que la información que te comparto te sea de utilidad y compartas.

Nutrition for Optimal Health
ERRORES EN LA ALIMENTACIÓN INFANTIL.

Definitivamente, lo padres inciden en la alimentación de sus hijos y de cada uno de ellos dependerá que desde chicos, los niños aprendan a seleccionar alimentos saludables.

Para muchos especialistas en nutrición y pediatría, la clave es evitar una metodología impositiva, que normalmente se usa durante la crianza de niños pequeños y que a la larga resulta ser poco conveniente.

¿Qué errores cometen los padres?


- Sacar a los niños de la cocina: Es cierto que en la cocina se corren ciertos riesgos y que no es el espacio ideal para los niños, pero manejando las variables y preparando el espacio, cocinar con los niños tiene efectos benéficos sobre sus hábitos alimenticios. Así lo han demostrado al menos algunos estudios realizados en la universidad de Columbia (Nueva York).

Los investigadores concluyeron que si los niños preparan su propia comida tienen una inclinación mayor por los alimentos saludables.

- Obligar a comer: En otros estudios se ha observado también que los menores tienden a rechazar los alimentos que son impuestos. Así, entre más se les obligue menos comerán. Incluso en algunos casos también son contraproducentes los premios. Lo mejor dicen los especialistas, es presentar la comida de manera entretenida en el plato del niño y animarlos a probarla, pero no reclamar si no lo hacen.

- Esconder las golosinas: En muchas casas los dulces y golosinas suelen estar guardadas en el estante más alto o alejado de las manos del niño, pero esa misma razón es la que provoca que los niños una ansiedad por probarlas y no olvidar que existen. La recomendación es controlar y conversar acerca del consumo de golosinas. Definitivamente, lo prohibido atrae más, por lo que en el caso de no poder controlar el tema, será mejor no tener en casa alimentos que no deseamos y dejar a la mano alimentos como frutas o yogurt.

- Impedir que los niños entren a la cocina: Es lógico pensar que la cocina es un lugar peligroso para los niños. Hay cacerolas con aceite o líquido hirviendo, cuchillos y aparatos eléctricos, pero se ha comprobado que los niños que se involucran en la preparación de los alimentos están más dispuestos a probarlos.

Padres a Dieta. A ellos les afecta. 
Si un niño ve que su padre o madre se la pasa contando calorías, consumiendo suplementos alimenticios o quejándose de no poder comer lo que le gusta, el pequeño no tendrá un referente acertado de lo que es una alimentación infantil sana y equilibrada. Aprenderá que hay alimentos que no se pueden comer y con el tiempo la prohibición será contraproducente.
Es ideal que los niños entiendan cómo es una alimentación balanceada, sepan que se puede comer de todo pero en forma moderada y que es mejor elegir alimentos beneficiosos para su salud.

Si no le gusta un alimento ¿Hay que dejar de insistir?
Todos cambiamos nuestros gustos con el paso del tiempo. Lo verdaderamente importante es que de niños no le tengamos aversión a una comida específica. Por eso es bueno no obligar a los niños a comer. Si a un niño no le gusta la verdura hay que “ingeniárselas” para entregársela de diferentes maneras, sin engañarlo. Por eso es bueno cambiar la presentación, la forma de prepararla, acompañada de otras que si son de su agrado. Es recomendable intentar hasta 10 veces, pero procurando que sean intentos distanciados para que ellos no noten la insistencia y les genere rechazo.

La comida no debe ser un premio ni un castigo 
La comida no es un premio, no es un castigo, y tampoco debe ser un desahogo a las tensiones de una persona. La comida debe tener su lugar, su hora, y su control. Los grandes responsables por el sobrepeso de un niño son sus padres, aquellos que determinan lo que se consume en la casa. 

Normalmente, sea por los errores, obsesiones, o por el desconocimiento e ignorancia de sus padres, los niños consumen más cantidad de alimentos de la que necesitan, y su alimentación es muy rica en grasas, azúcares, presentes en grandes cantidades de carne, en alimentos precocinados, y en los dulces y panes. Son niños que no consumen verduras, legumbres, frutas, ni pescado. A eso también se suma a que muchos niños ignoran y acaben saliendo de casa sin desayunar. En la última investigación acerca del sobrepeso en la infancia, entre otras cosas, se constató que el 8% de los niños acuden a la escuela sin haber desayunado. El desayuno es una de las comidas más importantes del día, y está directamente implicada en la regulación del peso. 

Además de los errores mencionados, muchos padres "pecan" por: 

  • - Controlar rígidamente la alimentación del niño.
  • - Realizar restricciones importantes de alimentos.
  • - Presionar a comer determinados tipos de alimentos.
  • - Mostrar una excesiva preocupación por el peso.
  • - Obligar a que el niño coma más de los que puede.
  • - Premiar un buen comportamiento con golosinas y otros alimentos calóricos.
  • - Castigar al niño sin comida por si presenta alguna conducta desfavorable.
  • - Ejercer ningún tipo de control sobre la alimentación
  • - Festejar cualquier acontecimiento importante de la vida del niño ofreciéndole una "comida chatarra".
  • - Permitir el consumo diario de frituras, botanas, panes, bebidas gaseosas y azucaradas.
  • - Ofrecer, con frecuencia, platos precocinados por la falta de tiempo.

Tanto el ambiente familiar como el escolar influyen en el estilo de vida del niño, por ese motivo, hay que cuidarlos al máximo. No debemos olvidar que los hijos nos imitan en lo bueno y en lo malo, somos su referente para todo, y la alimentación no es un caso aparte.

Los padres con hábitos de vida saludables influencian positivamente la alimentación de sus hijos.

Alejandra García Quiroz, MND. NC. ED.
Nutrióloga Clínica y Educadora en Diabetes
Certificada por el Colegio Mexicano de Nutriólogos, A.C.
Nutrition for Optimal Health
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